Febrero es un mes feo. Es como el martes de los meses. Quien inventó febrero seguro no tiene mucho sexo ni tiempo libre. Seguro es la misma persona que inventó el color fiusha. ¿Así se escribe? ¿Quién podría saber cómo se escribe? Sólo la gente sin quehacer y fea. Como febrero.
Febrero es mi enemigo. Durante cada día me restriega que no tengo novia, que nadie me quiere, que me masturbo mucho y que no soy una bonita bandera tricolor. ¿Cuál es tu problema, febrero? ¿Nadie te quiere y te desquitas conmigo? Eres puto.
Ayer intenté terminar febrero de buena manera y quise invitar a salir a mi nueva vecina. Es una chica misteriosa, siempre tiene el cabello en la cara y no platica con nadie de la calle. De hecho, no le habla ni a los vecinos que venden tacos y que se sienten dueños de la calle. Eso hace que me caiga bien. Intenté invitarla a salir. Nada comprometedor, sólo tomar café, charlar, oler su cabello en secreto. Lo usual.
Toqué su puerta. La saludé y me presenté: “Hola, chica linda. Soy ( I_I ), ¿cómo te llamas?”. A lo que contestó: “No soy una chica linda. Soy un emo atrapado en el 2008, ¿qué chingados quieres?”. Entonces me alejé perturbado. ¿Cómo es posible esto? Me sentí atrapado en una especia de post viejo. Es como volver a la época donde el blog estaba de moda. Nadie quiere volver a eso.
Ay, febrero. Y no conforme con todo lo que haces, todavía se te ocurre tener un día más este año. Eres puto.
